Como intérpretes, nuestra capacidad de adaptación es altísima. Es cierto que nuestro entorno habitual de trabajo es una cabina insonorizada en un congreso, pero a veces, salimos de esa cabina para hacer otro tipo de encargos, que resultan tan gratificantes o más que las conferencias a las que estamos más acostumbrados.
Hace unos meses, en Código Lingua tuvimos la ocasión de interpretar en una boda en Valencia en la que la novia era española y el novio era estadounidense. Ambos tenían claro que querían contar con un intérprete profesional en su gran día para que los invitados no se perdieran ni una palabra de los discursos, los votos y las intervenciones, además de poder comunicarse con otros invitados que no hablaran su idioma.
Planificamos el día de la boda con meses de antelación, determinando cómo iba a ser la ceremonia, el orden de intervención de cada participante y todos los detalles técnicos para que nada fallara (posición de la intérprete en la ceremonia, equipo de sonido…).
Fue una ceremonia preciosa, donde el maestro de ceremonias, el mejor amigo del novio, dirigió unas palabras cargadas de sentimiento a ambos. Después les llegó el turno a los novios y leyeron sus votos. Para toda la ceremonia, acordamos que utilizaríamos la modalidad consecutiva haciendo intervenciones de una o dos frases cada vez. Lo cierto es que el resultado fue excelente. Todo funcionó con dinamismo y fluidez, y todos los asistentes pudieron entender absolutamente todo lo que se dijo.
Durante el cóctel, la interpretación fue en modalidad de enlace para aquellos invitados que deseaban conocer a la otra familia, en un ambiente más distendido.
Posteriormente, durante la comida, hubo varios discursos que también se interpretaron en consecutiva.
¿Conclusión? Fue un encargo maravilloso y fueron varios los invitados que se acercaron a dar las gracias a la intérprete por haber facilitado la comunicación en un día tan importante para la pareja y sus familias.
La clave del éxito radicó en que los novios entendieron que, en un día en el que no quieres que nada falle, es crucial contratar a un intérprete profesional, ya que sabrá transmitir no solo el mensaje, sino el tono, la intención y el sentimiento que encierra cada palabra.